La ciencia ha descubierto que los gansos vuelan en V, ya que, cada vez que un pájaro bate sus alas, produce un movimiento en el aire que ayuda al ganso que va detrás suyo.
De este descubrimiento podemos sacar 5 reflexiones que pueden servirnos en el ámbito escolar.
Primera reflexión:
cada vez que un ganso se sale de la formación, siente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de volar solo y de inmediato se incorpora a la fila para beneficiarse del poder del compañero que va adelante. Cuando compartimos una dirección común y tenemos sentido de comunidad, podemos llegar a donde deseemos, cumplir los objetivos mas fácil y mas rápido, porque ayudándonos entre nosotros los logros son mejores. este es el beneficio del apoyo mutuo.
La comparación que yo encuentro es con nosotros los estudiantes, quienes necesitamos trabajar en equipo, para cumplir un mismo objetivo y solucionar las adversidades de manera mas rápida y sencilla.
Segunda reflexión:
Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso toma su lugar. Si se trabaja en equipo, y a pesar de las dificultades, los conflictos cotidianos, mantenemos en claro nuestros objetivos, el esfuerzo será menor. Porque, se descubre el sentido de la tarea. El sentido de pertenencia aumenta y se afianza la coherencia.
Necesitamos la lógica de un ganso para mantenernos con aquellos que se dirigen en nuestra misma dirección.
La relación que yo encuentro entre la reflexión y la escuela es la siguiente, siempre necesitamos un líder que nos guíe (profesores), y nosotros como estudiantes, debemos apoyarlos y ayudarlos cuando estos se agoten, tenemos que tener claros nuestros objetivos y mantenernos unidos a pesar de las dificultades, amando y respetando a nuestro grupo.
Tercera reflexión:
Los gansos que van detrás producen el sonido propio de ellos (graznan), lo hacen para estimular a los que van adelante a mantener la velocidad.
Logramos mejores resultados si el respeto en las relaciones es un valor buscado y la palabra es valorizada, compartiendo aún los trabajos más difíciles. Se pasa de la descripción al análisis del problema.
Obtenemos resultados óptimos cuando hacemos turnos para realizar los trabajos difíciles.
Mi comparación con la vida estudiantil es la siguiente, debemos alentar siempre a nuestros compañeros a mantener el ritmo en todas las áreas estudiantiles, manteniendo el respeto por el otro y repartirnos los trabajos difíciles para hacerlos más fáciles.
Cuarta reflexión:
Finalmente, cuando un ganso enferma o cae herido por un disparo, dos de sus compañeros se salen de la formación y lo siguen para ayudarlo y protegerlo. Se quedan con él hasta que esté nuevamente en condiciones de volar o hasta que muere; solo entonces los dos acompañantes vuelven a la bandada o se unen a otro grupo. Una palabra de aliento a tiempo produce grandes resultados, ayuda, da fuerza, motiva, produce el mejor de los beneficios. También beneficia escuchar las críticas. El objetivo es mejorar siempre.
Debemos motivar y apoyar a nuestros compañeros que están fallando en algún área ya sea académica o disciplinaria hasta que se recuperen. También debemos aprender a escuchar las críticas y recomendaciones para saber y mejorar en lo que estamos fallando.
Quinta reflexión:
Si nos mantenemos uno al lado del otro, apoyándonos y acompañándonos, si hacemos realidad el espíritu de equipo, si pese a las diferencias podemos afrontar como grupo todo tipo de situaciones, sin estar amontonados, cada uno en su rol, seguramente se mejorará el clima de trabajo.
Lo razonable es que se valorice lo actitudinal en las personas, que se supere lo funcional, se le da sentido al rol de las personas.
El valor siempre tiene un carácter energético, da fuerza, contagia, entusiasma.
Si tuviéramos la inteligencia de un ganso nos mantendríamos uno al lado del otro ayudándonos y acompañándonos.
Cada uno debe tener un rol para que no nos amontonemos y para repartirnos el trabajo, sin olvidar que estamos trabajando en grupo, valorizando el trabajo de los demás.